estoy echando una cabezada en el local que fue de mi madre, BIGAY, acrónimo de Bilbao Garay, apellidos paterno y materno, siesta que interrumpe Begoña, que viene a enseñárselo a un potencial comprador, que va a faltar a la cita, cuando el local ya no está en venta,
cuando menos curioso,
y va a comenzar una conversación sobre quiénes somos, ella y yo, de lo más cordial, en una visita anterior Begoña se queda con la copla de que a la persona que mora este local, en proceso de convertirse en un txoko, le mola el mundo esotérico, y me lo pregunta,
sí, si me mola, si se entiende por esotérico todo aquello que es invisible para los ojos de la cabeza,
y empezamos a hablar sobre un libro con cartas que tengo encima de la cadena de música, un aparato de la extraña época de los gramófonos, reproductores de música grabada en vinilos, un libro titulado «la presencia de los maestros»,
curiosamente el único libro que tengo repetido, en mi txoko de Algorta y en el local de 3 retos 4 us en Alicante, por algo será, aunque hoy no llegue a entenderlo,
y va Begoña y me pregunta por la imagen de la portada del libro, un maestro cuyo nombre desconozco, al menos hasta que lo busco, se trata de Paolo Veronese, figura de la que vamos a pasar a otra, Begoña ha venido para que lea otra carta,
cuando hace una pregunta que nos guía a Saint Germain, una figura curiosa, que en vidas anteriores ha sido, entre otras, Francis Bacon, que adopta un curioso pseudónimo, ¿has oído hablar de Shakespeare?, Cristóbal Colón o Merlín, el mago del rey Arturo,
no sé por qué no me extraña que tan curioso personaje haya sido, en una de sus vidas pasadas, José de Nazareth, el protector de María y Jesús, el de la burra camino a Belén, rin, rin, yo me remendaba, yo me remendé.
y me sonrío al pensar que detrás de una gran historia, la de Jesús y María la es, siempre hay una gran conciencia guía, que no ocupa necesariamente el foco de atención, pero que ahí le anda, acompañando,
qué bueno que apareciste en el local, Begoña, para hacer cualquier pregunta que destapase esta carta, Saint Germain, el rayo violeta, la conciencia que guía a la burra, yo me remendaba, yo me remendé, camino de vuelta de Belén.
en el proceso de escribir esta historia que mi abuelo José habría calificado como sucedido, historias reales de la vida, aunque nos cueste creerlas, conecto con la idea de las causualidades,
Begiña pasó por aquí porque tenía que leer conmigo esta carta, que habla de lo más esotérico del cristianismo, lo más oculto o velado, la figura de José, el actor no importante en el proceso, José el invisible,
una figura que encarna como pocas la voluntad blanda, voluntad al servicio, cualidad que en María es mayúscula y explícita, «hágase en mí según tu palabra», y que en José es totalmente sutil,
por lo que tomo nota, y me aplico, haciendo de notario, o de toma notas, toma susedidos tmbn están bien, contando y compartiendo historias, una de las capacidades del ser adulto sano, abierto al campo… y a una voluntad mayor,
de la que formamos parte.
y tú, ¿estás abierta a las causualidades?
Open Will, la tercera puerta o apertura de la teoría U, la voluntad suave, al servicio, es la puerta de entrada al mundo espiritual, coraje mediante, y pasa por aceptar lo que la vida nos trae en cada momento, re-conozcamos o no las causualidades que surgen, aquí y allá, en nuestro día a día.