la presencia

en su acepción más pegada al mundo material, la presencia se puede leer como esa capacidad, no tan habitual ni frecuente de estar estando.

es estar en una conversación y escuchar, es seguir en el flujo y hablar desde lo que se ha expuesto, no desde la idea que tenemos fija en nuestra mente y necesitamos soltar, es bailar con el flujo de la vida, ser conscientes de lo que la aportación del otro mueve en nuestro interior y mover ficha desde ahí, la presencia es lavar los platos mientras lavamos los platos, ir a setas cuando vamos a setas, y a cervezas cuando vamos a cervezas.

la presencia implica parar la mente, tan viajera y tan puñetera y estar aquí y ahora, sin tiempo ni espacio, sin pasado ni futuro.

en su acepción superior es esa imagen de ser por encima del bien y del mal, persona maestra y sabia, cuya energía sobrepasa las distancias y todo espacio llena.

esa imagen de ser superior la puede representar Yoda (en la guerra de las galaxias), el maestro Oogway (en Kung Fu Panda) o Siddartha (Buda).

el reto en esta característica es mayor, no menor, y radica en identificar qué persona próxima es ejemplo para ti de presencia, esa rara cualidad de estar estando.

el camino del corazón