inicio en el 23 cumpleaños de Gorka, mi hijo pequeño, que ya se ha hecho mayor, como el árbol que hoy nos acompaña, con una conversación riquísima con Silvia, esta chica tan bonita que me acompaña ya hace casi 9 años,
una conversación que habla de lo suyo y lo mío, el impulso por iniciar terapias y procesos de formación que resultan una y otra vez interrumpidos, algo frena el avance interior cuando lo conducen desde fuera,
y ahí llego yo con mi intención, de poner en valor todo lo que ha estudiado y apreHendido al servicio de sí misma, de su desarrollo personal consciente, porque buena parte de lo que era in-consciente ayer, en forma de patrones familiares in-contestables, es hoy consciente,
ésa es parte de la magia de la vida, en la que pasamos de ser ignorantes in-conscientes, a in-conscientemente sabias, un proceso en el que, en un punto del camino, pasamos de la referencia externa, todo lo que el mundo dice que es así, a la referencia interna,
todo lo que yo acepto y promuevo porque he experimentado que me funciona, y ahí me acuerdo de Gorka, y todas las mentiras que el mundo nos ha contado, creer es crear, y conseguimos todo lo que nos proponemos,
qué locura, cuando no lo enmarcamos en sus límites y le ponemos salvedades,
y vuelvo en esta conversación de celebración de la vida, 23 añitos de Gorka, a una receta sencilla, un itinerario de vida que puede llevar su tiempo pero tiene siempre su premio, una receta yo diría que in-falible,
- yo me hago responsable de todo lo que ocurre en mi vida, ahí está el ser adulto sano,
- yo me respeto, me cuido, me trato con cariño, ahí está la madre protectora y nutricia,
- y conecto con todo lo que me ocurre con un punto de mortal des-enfado, ahí está nuestra niña natural, que se permite volver a jugar… otra vez,
sí, todas tenemos 3 retos en esta vida, un 3ple camino de desarrollo personal, para sanar nuestra pequeña o gran víctima, para despedir a la salvadora o al superman que vive en nosotras, para dejar ir el poder por el poder, junto con el orgullo malo y el control,
con ejercicios sencillos, de poner límites con amor, de borrar resentimientos, de aplazar la rabia para dejar de reaccionar, y trazar planes funcionales y operables, de dejar de guiarnos por las recetas externas que tan poco nos han aportado hasta la fecha,
apreciando este árbol de la vida, convertido en el árbol del vivir, mientras leo a Humberto Maturana y Ximena Dávila, más de 500 páginas que me van a costar lo suyo, que confío ir pudiendo asimilar, integrando en lo mío, si procede, dejando a un lado, si procede,
en este juego de vivir viviendo lo que nos toca, lo que hemos elegido vivir, zorionak, Gorka, tmbn por tus elecciones, que el día sea brillante, como el año que comienzas, ojalá tengamos un rato para conversar de éstas y otras muchas cosas,
te quiero un buen, y te deseo siempre lo mejor, hoy tmbn.
una colección de fotos de árboles maravillosos se hace presente en internet, en facebook, y el árbol del vivir me regala unos cuantos párrafos que copio uno de los cuales comparto en este espacio, despacio, porque no tengo herramienta para copiar y pegar,
textos reproducidos a manubrio, de Humberto y Ximena, espero te acompañen hoy,
La reflexión es el tesoro más grande que tenemos los seres humanos como seres amorosos que existimos en el lenguajear y el conversar: si amamos nuestro presente, cualquiera sea éste, esto es, si aceptamos su legitimidad sin negarlo desde nuestros prejuicios antes de verlo, podremos soltar nuestras certidumbres y, al reflexionar sobre nuestro vivir, podremos escoger vivir en el paraíso del amar o vivir en el infierno de la ausencia y la negación del amar como fundamento de nuestro vivir y convivir cotidianos.
y me llega una meditación desde fundación Ananta, gracias, Joaquín, puedo negarlo o no, pero hoy todo apunta a el árbol como realidad en la que mirarnos, en la que espejarnos, a la que acercarnos y abrazar,
«Cuando paseéis por el bosque, acercaos a un árbol y decidle: «Tú que sirves de unión entre la tierra y el cielo, ¡qué grandes son tu belleza y tu fuerza! ¡Te pido me des tu resistencia y tu estabilidad! Y te encargo también que digas a todos los demás árboles del bosque que les admiro y les amo.»
Entonces, los espíritus que habitan en este árbol se dicen: «La mayoría de los humanos que visitan los bosques están ciegos y son inconscientes. Pero éste, al entrar, ha sentido nuestra presencia: es un amigo, acojámosle.» Y como ello sucede muy raramente, comunican esta noticia de árbol en árbol; todos los espíritus salen de su cobijo para miraros, maravillarse, bailar a vuestro alrededor, y os vais del bosque felices y regenerados.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta.