la ecuanimidad
al ecuanimidad tiene por lo menos dos enfoques, uno más mental, más racional, que implica igual trato a unos y a otras, y un segundo enfoque, que tiene que ver más con la emoción y las respuestas de corazón, que hablan de esa capacidad que implica igual ánimo en el ganar y en el perder,
una forma de estar en la vida que nos ayuda a distinguir la reacción automática, o respuesta condicionada del animal a la respuesta que se distancia del condicionamiento exterior,
y nos permite desarrollar esa forma de estar en el mundo, tranquilas, mesurados, no explosivas, conciliadores.
Tal vez nos puedes una imagen de esa tranquilidad interior, aguas mansas, frente a tantas aguas turbulentas, quién sabe por qué se nos hace grande la imagen de Nelson Mandela, predidente de Sudáfrica tras innumerbales años de cárcel, en un espacio de 4 metros cuadrados, o de Morfeo, de la saga Matrix, con su fe incondicional en Neo, el elegido.
Tal vez nos llaman la atención por su «distancia» o tranquilidad emocional.
Las palabras equilibrio o templanza también pueden resonar en tu interior.
«Más allá de la noche que me cubre negra como el abismo insondable, doy gracias a los dioses que pudieran existir por mi alma invicta. – En las azarosas garras de las circunstancias nunca me he lamentado ni he pestañeado. – Sometido a los golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero erguida. – Más allá de este lugar de cólera y lágrimas donde yace el Horror de la Sombra, la amenaza de los años me encuentra, y me encontrará, sin miedo. – No importa cuán estrecho sea el portal, cuan cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma»
Nelson Mandela