la atención y la escucha
nos han regalado 2 orejas y 1 boca pero todo parece indicar que las utilizamos al revés, nos encanta hablar y nos cuesta tanto escuchar…
en un mundo en el que la energía fluye hacia donde nuestra atención se focaliza, y la atención tiene todo que ver con la escucha, no está de más volver a prestar nuestra atención a la capacidad que tenemos de escuchar,
con los oídos, y con el resto de nuestros sentidos, la vista, el olfato, y con otros órganos que nos ayudan a ampliar nuestra percepción, no está nunca de más saber un poco de lenguaje no verbal, lo que nuestro cuerpo dice y nuestra boca calla.
¿qué tan buena eres escuchando? ¿escuchas las señales que la vida te trae?
¿eres capaz de escuchar el campo sutil de la energía, más allá de un evidente sí o no?
con qué ejemplo prefieres quedarte, ¿con Légolas (el elfo del señor de los anillos) o con Avatar?
«Cuando pensáis, es como si ya hablaseis. Esta palabra interior es real, poderosa, mágica, y es a ella a la que denominamos el Verbo. El Verbo es el pensamiento que no ha sido aún traducido por la palabra, en el plano físico, pero ella se expresa ya a través de formas, colores, sonidos. Cuando habláis interiormente con toda vuestra alma y todo vuestro corazón, las plantas, los animales, los pájaros, los insectos, comprenden vuestro lenguaje, y los planetas, las estrellas, los Ángeles, los Arcángeles, ellos también os comprenden.
En el mundo invisible, las criaturas no se hablan con las palabras de una lengua, sino con los colores, las formas, las melodías que emanan de ellas, y cada una sabe inmediatamente interpretar esa lengua. Llegará el día en que los hombres se comunicarán entre ellos con sus solas emanaciones, y se comprenderán porque el Verbo es el lenguaje universal.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta.